El monográfico nace con la intención de crear un espacio donde sea posible aprender y desarrollar habilidades relacionadas con la interpretación, la improvisación y las habilidades de comunicación a través del juego y del placer.
Qué trabajaremos:
La escucha, el sentido del ritmo, la atención, la disociación, la memoria reciente, los reflejos, la aceptación, la creatividad, la espontaneidad, el trabajo en equipo, la expresión corporal, la proyección, la presencia escénica y otras facetas relacionadas con la interpretación actoral en general y la improvisación en particular.
Cuanto más juego, más aprendo desde el placer y voy instalando en el cuerpo habilidades que luego me sirvan para enfrentarme a distintas situaciones, ya sean de corte profesional o en el ámbito de relación con otras personas. Podríamos decir que siendo actor-actriz de la vida ya tienes un motivo para entrenarte-prepararte para el gran escenario de cada día. Si tienes que hablar en público, si debes trabajar en equipo, si la comunicación es algo que deseas mejorar, si la creatividad es una tarea pendiente, básicamente: si anhelas crecer en cualquiera de las facetas que se explican a continuación, en el Taller de Sí tienes la oportunidad de por fin dar unos cuantos pasos.
Sentencias como “aceptación”, “sí y además”, “colaboración”, “menos es más”, “sin el silencio no habría música”, “cambio”, … son algunas de las máximas que vibran cual música de fondo en el trabajo de este taller. Palabras que encuentran un sentido corpóreo que llevarse a cada rincón de la vida. Sí.
¿Por qué “Sí”?
Un nombre había que ponerle, a ser posible que englobara cuanto ofrece y qué apelativo iba a ser el que recogiera esa riqueza... aterrizó La afirmación, que evoca a la aceptación. Sencillo, contundente, positivo, en pro de lo que hay para vivirlo. Decir “sí” es una elección, es un decir “no” a lo descartado en el proceso, a lo que queda fuera del juego de la vida. Recogiendo cada momento, percibiendo en el encuentro lo que se mueve por fuera y por dentro.
----------HABILIDADES DESARROLLADAS--------------------------------------
Atención / Presencia.
La mayoría de juegos requieren salir del ensimismamiento, de la concentración del yo-interno o de la dispersión / distracción con pensamientos ajenos a lo propuesto. Se hace palpable la necesidad del aquí y ahora para dinámicas de ritmo, sincronía, reflejos, de imitación, etc. Salgo de mí, para estar en el todo. No Me olvido, pero estoy disponible. Mirada abierta, profunda, que aúna oído y olfato con gusto por el tacto.
Escucha.
Hablamos de escucha profunda. “Escucha” no debiera significar dejar de hablar para que tome la palabra otra persona, sino permitir el espacio de renuncia a juicios, opiniones, consejos, creencias y valores para captar al otro, a las otras en la expresión de Universos, así que entre en juego mi máxima capacidad de percepción. Mirada abierta, alerta para evitar la activación de dispositivos automáticos. Observación pura permitiendo mi vacío para llenarme de fuera. Un mínimo de mí, a salvo, cual guerrero que pudiendo combatir atiende y aguarda el momento para intervenir sin prisas. Sosteniendo la situación con conciencia también en el cuerpo, escaparate de opiniones, acicate de conflictos. Cuerpo y alma presentes, el respeto se siente, la empatía aflora como deseado emergente.
Para desarrollarla empleamos juegos de improvisación donde el comportamiento es continuamente afectado y dependiente del de los demás.
Ritmo.
La vida podría medirse en una cantidad exacta de “tic-tac” de un fabuloso reloj de péndulo. La vida es mucho más, qué duda cabe, pero algún informático habrá que, en unos cientos de ¿penduleos? haya programado una aplicación en que anotar tu fecha de nacimiento para saber cuantos “tacs” llevas de vida. Dato que dándole importancia podría venir acompañado de algún “tic” en la persona interesada...
El Taller de Sí recoge también juegos de ritmo, sí. Para saber contener la emoción y mantener un pulso, sí. Pero no para encorsetar sino para alimentar una destreza que luego la llevaremos a tempos dispares, conscientes de que la comunicación no es sólo mensaje sino también forma y que mejora cuando puedo jugar con ella.
Niveles de energía.
Todo lo que ocurre, acontece en un nivel de energía, en un grado respecto de la acción en cuestión. Si hablo, puedo desde gritar hasta llegar al mínimo susurro. Si río, puedo jugar entre la sonrisa y la más estentórea de las carcajadas. Si hablamos de movimiento, podríamos arrastrarnos a ras de suelo, desplazarnos encorvados o caminar de puntillas con los brazos apuntando al cielo. Niveles, niveles de expresión, máximos y mínimos para conocer nuestros límites y luego elegir qué grado de expresión dar al mundo. Y eso, también afecta directamente a la comunicación.
Conciencia corporal.
El cuerpo y su infinitud de posibilidades expresivas. Cuando ponemos conciencia en él, podemos llegar a manejarlo a nuestro antojo y a medida que avanzamos en el dominio, adquirir el don de atenderlo al tiempo que se escucha el entorno. El cuerpo acompaña la acción, no la traiciona una vez que el trabajo previo está hecho. Cuando me muestro, sé qué quiero comunicar y mi cuerpo apoya el mensaje. Y eso, se entrena. Incluimos en este sentido la voz, primera chivata del estado emocional. Respiración, proyección, dirección de la voz, disociación, expresión creativa y un etcétera de recursos que se movilizan entorno al trabajo gestual y vocal.
Coral.
No por cantar, que coral aquí se refiere a lo grupal, al coro (griego) de teatro que todas a una se mueven, todas a una van a la acción. Y es que varios de los juegos necesitan la sincronía de sus ejecutantes lo que entrena el músculo de la atención mutua, todas con todas en el momento a momento. Se evidencia la existencia del todo y cualquiera diría que las distintas partes tienen autonomía llegado un cierto grado de madurez de las distintas propuestas en este sentido. Se respira paz cuando estamos en lo mismo, conexión grupal, complicidad total.
Emocional.
El terreno de lo emocional pasa por ser una de las más potentes facetas en un taller de este tipo. Considerar un espacio explícito para bailar con las emociones es algo que no pasa desapercibido. Viviendo en un sistema donde lo habitual es evitar la expresión de ciertos sentimientos y considerar a unos como “buenos” y otros como “indeseables”, hace que en este taller, donde todos tienen cabida, se muevan resortes muy emocionantes, nunca mejor dicho. Aprendemos a reconocer las cuatro emociones básicas (alegría, tristeza, miedo e ira) y pasar de una a otra al antojo del ejecutante. El teatro, la mejor de las excusas para transitarlas y descubrirnos entrando y saliendo en unas y otras sin apego a ninguna, con posibilidad de dejarlas atrás gracias al entrenamiento. Si traducimos a la vida, al gran escenario que día a día habitamos, nos llevamos un ejercicio fundamental para afrontar tantas situaciones que antes nos arrastraban y ahora, al menos podemos reconocerlas si no colocarnos ante ellas desde nuevos lugares, más amables, más sanos al permitirnos expresarnos, al lograr trasmutarlos.
---------------METODOLOGÍA----------------------------------------------------
El Taller de Sí tiene su historia y no siempre se llamó de esta manera. Antes, la denominación de la propuesta era TALLER DE IMPROVISACIÓN. Y lo cierto es que guarda la esencia por lo que se refiere a la forma de compartirlo. Partimos de la base de que es un espacio de juego, como lo es la improvisación en el teatro. Y el desarrollo no se establece de antemano, sino que quiere ser consecuente con lo que se mueve en el momento. De esta manera, con todo el baúl de recursos, uno a uno van proponiéndose dinámicas, juegos donde al tiempo que disfrutamos, aprendemos las facetas ya descritas.
La pauta habitual es vivenciar la propuesta (hacer y no pensar) tras lo cual se comparte lo experimentado desde un plano más mental, para volcar-recibir del grupo la sabiduría que emergió. Si tuviéramos que hablar de porcentajes, diríamos que es 80% práctico, porque también se deja un espacio para la teoría de cada uno de los regalos a compartir.
Y bueno, a día de hoy, siendo el recorrido que es el del maestro (y aprendiz) pues se incorporan técnicas y herramientas de la facilitación de grupos en el devenir de cada sesión. Haciendo mención y paralelismos, para conocimiento del alumnado (y maestras) de ese otro campo. Material de ese ámbito que sirve de fuente, con un poquito de creatividad que pongamos, para juegos en sí.
Considerar, en fin, que todo está relacionado y escudriñar para aprovechar cuanta sabiduría hay en juego y vivirla, experimentarla para el aprendizaje, para y desde el placer de ser compartido.
Dirigido a:
Toda persona que se permite jugar, jugar y ...sí, jugar. También bienvenidas las que no se lo permiten pero van a permitírselo en este taller.
Fecha, horas y lugar:
· 15 horas repartidas entre el viernes 10 de abril a las 18 h. y el domingo 12 a las 14 horas
El curso tiene un precio fijo + un precio variable, nos explicamos.
Precio fijo de 70€ por el alojamiento y la comida.
Precio variable por la formación-vivencia en si, consciente y según las posibilidades de cada cual.
Estancia:
Para realizar la inscripción a el curso envíanos un correo a lasemillabolonia@gmail.com y te enviaremos las instrucciones. No dudes en contactarnos si tienes cualquier duda sobre la Semilla, el alojamiento o el espacio.
Para dudas sobre el contenido del curso puedes contactar con Fran en improvillano@gmail.com
Muchas gracias!
¿Qué hay que traer? Ropa y calzado cómodos y una toalla.
Fran Machado
Como maestro, imparte talleres anuales de improvisación actoral en Sevilla desde el año 2010, llevando a escena distintas propuestas con su alumnado para practicar la técnica.
Nacido en Sevilla en noviembre de 1973, como actor ha recibido la formación impartida por Escénica con maestros como José Carlos Plaza, Miguel Narros, Eduardo Fuentes, Denise Perdikidis, José Piris, Perla Jaritonsky, Mariano Barroso, Assumpta Serna, Julia Oliva, Julieta Serrano y Carmelo Gómez entre otras.
En el terreno profesional ha trabajado en todos los medios empezando por teatro (dieciocho montajes entre los años 1999 y 2014, los últimos ocho de improvisación) y siguiendo con su carrera delante de la cámara, tanto para productoras de vídeos de distinta índole como para cine (apóstol Zelote en la comedia 12+1, una comedia metafísica del director Chiqui Carabante y participación en seis cortometrajes)
En radio, ha colaborado en un par de emisoras con personajes improvisados en directo (Gente Radio Granada y Radio Betis) y ha participado como animador en múltiples espectáculos de calle (Isla Mágica, Tívoli World y producciones de GPD)
Inició el match de improvisación en Granada (diciembre 2005) y en los últimos años se ha dedicado a diseñar y ejecutar distintos espectáculos de improvisación teatral.
Desde febrero de 2013 se le pudo ver con un personaje fijo en la serie de Canal
Sur “Flaman” realizado por la productora Diffferent.
Sobre su villa improvisada: www.improvillano.wordpress.com
Sobre su persona integrada: www.franmachadodorremochea.wordpress.com
Si quieres conocer las sensaciones tras una de las sesiones mira esto:
https://www.youtube.com/watch?